sábado, 19 de septiembre de 2009

Va de cuento chino.

Erase que se era un mexicano de setenta años, quien a lo largo de toda su prolongada vida había sido testigo y sufrido todas las crisis económicas de su país.
Es más, no recordaba ninguna época de prosperidad.

Desde Miguel Alemán hasta Salinas habían sido crisis recurrentes. Con distintos motivos y nombres pero crisis al fín.

Esto no puede seguir asi se dijo el expertérrimo ciudadano (por aquello de que los años dan experiencia) y entonces recordó lo que le dijo un condiscípulo en la secundaria de Ameca cuando andaba desesperado porque lo iban a reprobar en matemáticas.

--Ira vale, dicen que allá en China, abajo de una pader bien grandísima, vive un viejito pero bien viejito que es sabio y que tiene la receta para que con tres, nomás con tres palabras, se arreglen todos los problemas ¿Como la ves?.

No son para contarse las penas, los sacrificios el cansancio y los sofocones que pasó este mexicano de la tercera es la vencida para llegar en bicicleta hasta la muralla y encontrar al chino que pos no estaba ni tan viejo, ni se veía tan sabio, más bien parecía el papá de la Gordillo.

"También esto pasará" era todo lo que decía el folletito, que le vendió el asiático donde también anunciaba Chop Suey y Sopa de aleta de tiburón (esta última, dizque con propiedades afrodisíacas).

Pues pasó Salinas, pasó Zedillo, siguió el Fox y ahora el Calderas y la cosa siguió igual o peor.
Una crisis se daba prisa para alcanzar a la otra de modo que nunca estuviéramos sin ellas.


---¿Pos que pues? díjose el adulto en plenitud ¿Pos cuanto tiempo se necesita para que esto pase como dice el papelito del chino? A ver deja verlo otra vez.....

¡¡Purrundún!! nomás se oyó cuando el buen hombre cayó fulminado.

No se había fijado en la letra chiquita.


"Aplican restricciones"


Don Isra..

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