martes, 22 de septiembre de 2009

El diluvio que viene.

Pues en estos pocos dias ya van dos. Y esos dos nomás aqui en México.

Dos víctimas del afán catastrofista de los agoreros del inminente desastre ecológico

El petróleo se acaba, las próximas guerras serán por el agua, el agujero de ozono es cada vez más grande, el calentamiento global, el derretimiento de los casquetes polares, la destrucción de los bosques traerá desertificación de tierras cultivables, ciertas especies se extinguirán, subirá el nivel del mar y ciudades enteras podrían desaparecer y la hambruna reinará en el planeta Todo esto ocasionado por la acción del hombre que satura la atmósfera de bióxido de carbono y genera un efecto invernadero que aumentará la temperatura de la Tierra.



En contraposición a ésta teoría, existe un grupo de científicos a los que llaman "los excépticos" que con pelos y señales niegan la influencia del CO2 en los cambios climáticos del mundo.

Hallazgos de restos fósiles, estratos terrestres, mediciones en los glaciares, en los desiertos y desplazamientos en las placas continentales, prueban --dicen-- que a través de millones de años el planeta ha registrado cambios que van desde eras glaciales hasta exhuberancias tropicales que han tapizado la Tierra y en los que el motor ha sido la constante actividad volcánica.

Yo me quedo con ésta última. La de los sembradores de paranoia mas bien parece una cortina de humo, la del clásico merolico, que hace que sus oyentes estén pendientes del maldito animal que va a salir de un pañuelo, mientras su cómplice les mete la mano a la bolsa.

Una de las víctimas (que a su vez ocasionaron otras) fué el clérigo Boliviano que armado con una biblia y dos latas de jugo "secuestró" un avión con el único afán de llamar la atención y anunciarnos un megadesastre.

La otra fué el "Asesino del Metro" como ha bautizado la prensa y la televisión amarillistas a un hombre desquiciado que también venía a prevenirnos de la hambruna para el 2010 y del calentamiento global.

Fué impactante la entrevista que una televisora le hizo a uno de sus 12 hermanos allá en el rancho de La Tapona por los rumbos de la Unión de San Antonio.

Con los ojos llorosos y actitud contrita este hombre como de treinta años dijo: "El estaba estudiando pá veterinario.Como no tuvo dinero, se fúe a los Estados Unidos. De allá regresó medio nervioso. Se estuvo atendiendo en el Seguro Social y en una clínica de Lagos de Moreno".
" Los policías se llevaron sin mi conocimiento su máquina de escribir y como cuarenta cartas que le había escribido al Señor Presidente".

"Vamos a hacer todo lo posible por ir a verlo".

"Nosotros solo pidemos que lo traten bien. Que lo traten como ser humano".


Don Isra...

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