viernes, 21 de marzo de 2008

Anécdotas de Galeana

El edificio donde ahora se encuentra la biblioteca Iberoamericana en la esquina de Colón y Pedro Moreno antes albergó a la oficina central de Telégrafos aquí en Guadalajara.
Como originalmente fué construído para Iglesia, es una nave enorme de una cuadra de longitud, que abarca de Colón a Galeana, con unas bóvedas altas y una acústica como para disfrutar un concierto de música sacra con órgano y coros.
Pero con aquellos atributos el sonido de 15 teletipos , los aproximadamente 50 sonadores del sistema morse, las máquinas de escribir, los teléfonos, las sumadoras (que entonces eran de aquellas de palanca) y demás ruidos de una oficina donde nos movíamos unos cien fulanos incluidos los usuarios, se convertía en un verdadero estruendo.
Varios compañeros se vieron afectados de sus facultades mentales por aquel ruidajal,
aunque con una temporada en el hospital de los Juaninos de Zapopan se les volvía a acomodar el entramado cerebral y volvían a la carga.
Sabe en que consistiría el tratamiento, porque regresaban gordos todos.

Uno de ellos fué el Gordito Castillo, que laboraba en las mesas de radio en un tapanco que se había habilitado pegado a la escalera de caracol que llevaba al campanario y a la azotea y que era como un tercer piso de madera.
Una tarde como a las cinco habla por el interfono el Pelón Gutiérrez que también estaba en el tapanco:
-¡¡Dile a Miguel (que era el jefe de servicio) que venga pronto el Gordo se destrampó, se quiere aventar por la ventana!!
A trancos subió Miguel la escalera y encontró al Gordito Castillo a gatas debajo de la mesa de radio y al Pelón tratando de apaciguarlo.
Nomás vió a Miguel, se levantó el Gordito y arrejolandolo contra la pared le imploraba:
-¡¡Jefe, jefe hablale al Gobernador, hablale al Gobernador...dile que por favor me conmute la pena de muerte por cadena perpetua , pero ya...!!

Con la ayuda de Maru entonces su novia y después su esposa se pudo bajar al Gordito, todo desaliñado y tembloroso, al que ya esperaban los enfermeros Juaninos.

Regresó listo para la otra, pero más gordito.

Don Isra..