jueves, 18 de febrero de 2010

Y no andaba crudo....

Ese día fuí el hazmerreir de todos en el salón de aparatos o como me dijera un compañero: "eres la risión".

Todo porque les platiqué que cuando venía en el camión urbano este se detuvo en el semáforo que estaba en el cruce de la calle Dr. R. Michel y la Calz. Independencia donde aún existe una gasolinera.

Venía yo sentado del lado de la ventanilla y como no queriendo la cosa volteé hacia el coche al que le estaban surtiendo el combustible. Y la ví.

Al principio pensé que estaba tratando de vender chucherías, pero no. Era ella la conductora porque algo le dijo al empleado y éste fue a revisar en el motor, luego volvió y le dió unas pataditas en la llanta como para comprobar que estaba bien la presión del aire. El carrito era un Volkswagen aparentemente nuevo, color aceituna y de esos a los que les pintan unas llamaradas en las salpicaderas.

Al parecer complacida, liquidó el importe del servicio al trabajador que con la mano estirada la miraba incrédulo y no dejaba de sonreir meneando la cabeza.

Pagado que hubo, con evidente dificultad se introdujo en aquel carrito; pero ya adentro viendo que el semáforo le daba luz verde, en un santiamén embragó, metió la velocidad primera y con un chirrido y humareda de llantas se alejó velozmente por la calzada hacia San Juan de Dios.

La causa de la risión es que les conté que aquella mujer era una ancianita como de unos ochenta años, a juzgar por lo arrugado de su cara y su menudo cuerpecillo encorvado.
Con un rebocito desteñido que a medias le cubría el greñero encanecido y revuelto. Un vestido moradito claro, de esos de tela de florecitas, de faldas amplias que les llegan hasta los tobillos, las mangas hasta la canilla, y en el cuello rodeándolo abrochado, unos adornos en forma como de riñones. El dinero para pagar el consumo se lo sacó del seno, desanudando un paliacate rojo y dando moneda a moneda. Por eso el empleado no lo podía creer y se reía.

¡Ah! y lo más notable es que iba descalza. ¡Deveras! ¡Iba descalza!
¿Como metería el clutch y aplicaba los frenos, no sé. Pero si. Iba descalza.........

Nunca me lo quisieron creer. Pero de que la ví...la ví.


Don Isra...