jueves, 3 de septiembre de 2009

Como chango viejo.

Estoy progresando.
Mis piernas tullidas ya funcionan mejor.
Como quedó dicho, no podía caminar dos cuadras seguidas sin tener que descansar, porque se me engarrotaba la pierna derecha desde la cintura hasta el talón y sentía los músculos tensos como cuerdas de violín.

Llevo unas tres salidas con unas caminatas de ocho o diez cuadras sin tener que sentarme.
No es la gran cosa pero bueno....

A mi mejoría han contribuído mis hijos y mi nieto Luis de ocho años.

El Che me regaló unos tennis suavecitos, suavecitos. Me quedan como guantes y al caminar parece que me impulsan en cada paso.

Poncho me regaló una bicicleta que trae mas aditamentos que una nave espacial. Como no sé mover tanto aparato asi le dejé

Luis mi nieto es mi acompañante en mis incursiones al parque González Gallo donde empecé con las caminatas y los paseos en la bici.

Por cierto......dicen que andar en bicicleta nunca se olvida. Pos fíjense que no.

El primer día de bicicletas, llegamos Luis y yo. Bajamos las bicicletas de la camionetita, entramos al parque empujándolas, Luis se montó en la suya esperándome para arrancar juntos y.....

Subí el pié izquierdo en el pedal, me impulsé para agarrar vuelo y ¿que creen? ¡No pude pasar la pierna derecha por encima del asiento! Y ahí voy, caigo que no caigo dando brinquitos hasta que ¡Zas! azoté como chango viejo.

Debo haberme visto ruin pataleando como cucaracha boca arriba.

¿Te caíste abuelo?

(Silencio).

Ya cuando veníamos de regreso, con una risilla pícara otra vez me preguntó Luis:

Abuelo ¿me reí cuando te caíste?

¡¡¡ESTAS DESHEREDADO¡¡¡


Don Isra...

No hay comentarios: