domingo, 13 de enero de 2008

Perra vida.

La ví hoy que salí de mi departamento.

Sucia, con una mirada extraviada en sus ojos tristísimos, con la piel pegada a las costillas, temblando en la mañana fría. Ahora no me siguió.

Es "La blanca" una perra con pinta de raza labrador, que apareció por estos rumbos hace como dos meses. Pensamos que su dueño la habría perdido o que la abandonaron; porque estaba limpia, y bien alimentada.

A todos nos cayó bien el animalito. Era muy granjeadora. Seguia a todo mundo moviendo la cola y casi podría decirse que con una sonrisa en el hocico y en los ojos.

A mi me llegó a acompañar unas dos veces a la hora que abro la tienda.
Me esperaba a que levantara la cortina metálica y yo le daba un buen cucharón de alimento para perro. Se lo terminaba y se regresaba sabrá Dios a donde.

¡¡La blanca tuvo perritos!!! ¡¡La blanca ya tuvo los perritos!!!
-Los tiene allá detrás del edificio. Son como seis o siete-
-Dice doña Chole que son de ella, que porque los tuvo atrás de su departamento ¿tu crees?
-Y que los va a vender, porque están bien bonitos y que son finos....

Me acordé de aquel verso perruno que no sé ni donde oí, pero que se me quedó grabado como un reproche a la bajeza y el abuso.

-"Cuando la perra anda en brama
ni quien le aviente un huesito.
Y nomás la ven parida
¡Todos quieren un perrito!
Y unos a otros se reclaman
pos quieren al más bonito".

A ver si la veo mañana para que la lleven con un veterinario....

Don Isra..

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