¿No oyes ladrar los perros?

El blog anterior lo terminé de escribir a las 15.39.

A las 20.30 llegaron mi hijo Chava con mi nieto Luis.

"La blanca" ya no necesitará al veterinario.

--Agüelo, allá afuera por el jardín de la calle está un perro muerto. Es uno blanco, muy flaco.--

Bueno, quiero pensar que hoy en la mañana vino a despedirse de mí y a lo mejor a agradecerme los cucharones de comida que le dí cuando me acompañó a la tienda en las mañanas.

No sé ni me importa cuanto dinero sacó Doña Chole de la venta de sus perritos, pero creo que bien le hubiera alcanzado para darle de comer al menos mientras se reponía del parto.

Ya que.....

Ojalá que tambien los perros tengan cielo.

Don Isra..